Declaración de Fe
Creemos:
1- Que todas las Escrituras tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento son verbalmente inspiradas por Dios, que no poseen error en los escritos originales y que constituyen la autoridad suprema y final para la fe y la vida.
II Ti. 3:16; II Pe. 1:21; Mt. 5:18; Gá. 3:16; I Co. 2:13.
2- En un Dios, creador y sustentador del universo, eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Is. 40:12-14; 44:6, 8; 45:5, 6; Sal. 104:24; Dt. 4:25, 39; 6:4; Sal. 86:1, 10.
3- En la deidad de Jesucristo, su nacimiento virginal, su vida sin pecado, su muerte para pagar la pena de los pecados de todos, su resurrección corporal, su exaltación a la diestra de Dios y su retorno personal, inminente, pre-tribulacional y pre-milenial.
Is. 7:14; Mt. 2:1; Mq. 5:2; Sal. 16:10; Hch. 2:31; Jn. 3:16; Mt. 3:17; Col. 2:3; II Co. 5:21; He. 4:15, 16; I Pe. 2:20-22.
4- Que todos los hombres han pecado y por lo tanto son culpables ante Dios y están bajo Su condenación.
Gé. 1:26, 27; 2:7, 22; 3:19; Sal. 51:5; Ro. 3: 23; 5:12; 6:23; Ef. 2:1-5.
5- Que todos aquellos que por la fe reciben a Jesucristo en consecuencia nacen de nuevo por el Espíritu Santo, que por lo tanto son hijos de Dios y eternamente salvos y que el Espíritu Santo mora en cada creyente con el fin de iluminarlo, guiarlo y capacitarlo para la vida, testimonio y servicio.
Ro. 3:9, 10, 19; Gá. 3:6-12; Ef. 2:3; Jn. 3:3-7, 36; Ef. 4:24; II Co. 5:17; Gá. 2:20; Col. 3:10; II Pe. 1:4; Jn. 1:12; Gá. 4:4-6; Ap. 19:7; Ro. 8:9; I Co. 6:19, 20; Jn. 5:24; 10:25-29; Ro. 8:28-39.
6- Creemos en la Iglesia Universal integrada por todos aquellos que han confiado y recibido a Cristo como su Salvador personal en todo tiempo y lugar desde Pentecostés (en Hch. 2) a la fecha. Creemos en la iglesia local como parte del plan de Dios para que los nuevos creyentes crezcan espiritualmente y se desarrollen en SU servicio. Creemos que Dios responde las oraciones de su pueblo y suple las necesidades según Su propósito.
Ef. 2:14-18; 3:5, 6; I Co. 1:2; Gá. 1:2; Fil. 1:1; Hch. 2:41; Col. 1:18; Mt. 16:18; Ef. 3:10.
7- Creemos que Dios da dones espirituales a todos los creyentes para la edificación del cuerpo de Cristo. No obstante, creemos que los dones del Espíritu de señales milagrosas, tales como las lenguas y la sanidad, estuvieron limitados a la iglesia primitiva.
I Co. 12:7, 11, 13, 26, 27; 13:8, 10; Ef. 4:12-14; Ro. 12:1.
8- Creemos en el bautismo por inmersión como único modelo. Creemos en el bautismo como un paso de obediencia, como un testimonio público que el creyente tiene en la persona de Jesucristo. No creemos que sea un requisito para la salvación de los hombres. Creemos en el bautismo como la identificación que el creyente hace con Cristo en la muerte y resurrección de nuestro Señor.
Mt. 28:19; Mr. 1:9, 10; 16:16; Col. 2:12; Ro. 6:4; Ef. 2:14-18.
9- Creemos en la cena del Señor como la práctica que dejó el Señor hasta que él venga. Creemos que en ésta práctica deben estar presentes el pan y el fruto de la vid como símbolos del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Hch. 2:42; Lc. 22:18, 19; I Co. 10:16, 21; 11:20, 24-26; Mr. 14:25.
10- En la resurrección corporal de justos e injustos, la eterna dicha de los salvados en gloria, y el eterno y consiente castigo de los perdidos en el infierno.
Da. 9:27: Ap. 6:1-19:21; Mt. 24:15- 21: Dt. 30:1-10; Is. 11:9; Ez. 37:21-28; Hch. 15:16, 17; Ro. 8:19-23; Lc. 16:19-26; II Co. 5:8; Fil. 1:23; Ap. 20:11-15.
11- Que todos los creyentes son llamados a una vida de separación de una práctica y alianza mundanal y pecaminosa.
I Co. 1:2; Ro. 6:6, 11-13; Gá. 5:16; Ef. 1:7; 4:30; I Ts. 5:23; I Jn. 3:2.